No es de menester que profesionales que ganan millones por temporada pongan “pegas” para jugar en campos de césped artificial
Muchos fueron los equipos de LALIGA EASPORTS que en la reciente ronda de La Copa mostraron su malestar e indignación por la disputa de partidos en campos de césped artificial.
El caso más llamativo fue el de la Real Sociedad frente al CD Buñol, dejando claro Imanol Alguacil que sus jugadores, al finalizar el partido, habían entrado al vestuario con heridas sangrantes en sus piernas.
Sus palabras tras concluir el partido lo confirmaban: “Para nosotros es novedoso jugar en campos así. Si entras al vestuario, todos desde la cintura hasta los tobillos están ensangrentados del césped, de todo lo que han tenido que pelear. Siempre cuesta en este tipo de campos”.
El caso más “sangrante”, valga la redundancia, es el de nuestro Cádiz. No alzaron en exceso la voz ante el CF Futur Badalona, pero es que el esperpéntico partido tampoco se lo hubiese permitido. No obstante, sacaron la patita hoy mismo. Medios locales achacan la suspensión del amistoso CD Guadiaro – Cádiz CF al hecho de jugarse en césped artificial.
¿En serio? ¿En qué fútbol nos ha tocado vivir?
Me da la sensación que en un fútbol donde jugadores que cobran millones por temporada no quieren hacerse una herida ejerciendo su preciada y afortunada profesión. Si los Di Stéfano, Puskás, Cruyff o Maradona levantaran la cabeza. Permítanme definirlo como una auténtica “carajotada”.
Puestos a comparar, que el soldador que trabaja en el sector naval se niegue a soldar porque “de vez en cuando” le entran chispas por el mandil y se quema. ¡Ah no! Que el buque se va y hay que terminar el trabajo sí o sí.
Pues eso, jóvenes y otros no tanto, que parecen vivir alejados de nuestra terrenal existencia, que viven en su burbuja que nadie se atreve a explotar. Flaco favor les hacen los “palmeros” a su alrededor.
¿Césped artificial?
No, gracias.
Ya trabajaré otro día, o quizás NO.
Imagen destacada: La Vanguardia.
