El técnico catalán esta siendo más que cuestionado en estas últimas semanas a causa de la mala racha que lastra al equipo
Es bastante notable la disconformidad de la afición con Sergio, pues en estas últimas jornadas no se ve más que un equipo desangelado, sin alma, con poca actitud y sin vistas a mejorar.
Lo que más me sorprende es la falta de táctica, esa sensación constante de “el rival en dos pases se ‘cuela’ en nuestro área”, ¿cómo es posible que pase esto en un equipo de Primera División?.
Cierto es que Sergio González carga una losa muy pesada, llamada Álvaro Cervera, que dejó muy marcados a todos los cadistas pues aunque compitiera mejor o peor, ése era un Cádiz reconocible: con personalidad y un juego definido. Cervera no se casaba con ningún jugador a diferencia de Sergio, con el que algunos jugadores juegan por decreto.
No es mi intención establecer una comparación entre ambos, porque éstas son odiosas, pero a Sergio sin que Cervera le precediera se le miraría con otros ojos desde la Junta Directiva.
Al fin y al cabo, Sergio ha conseguido en dos ocasiones la permanencia con el Cádiz. Nadie le quita eso.
Lo que más molesta es, que cuando por fin traen fichajes a la altura de la competición que disputamos, lo que falla por así decirlo es el entrenador.
A mi forma de ver, un entrenador a parte de la función táctica, tiene que ser un motivador capaz de tener a toda la plantilla ‘enchufada’ para competir a su mejor nivel.
A Sergio le falta ese alma ‘canchera’, porque su apatía se extiende a los jugadores y ocurren despropósitos como el partido frente al Valencia.
El tema de los cambios y las rotaciones tampoco es su fuerte. Que sí, que el entrenador es el que mejor sabe como están los jugadores… pero si nosotros vemos que un jugador no está para jugar ¿porqué él sí?.
El Cádiz no puede tirar a la basura ciertos partidos por el simple hecho de que el entrenador no sea capaz de motivar a sus jugadores. Un equipo como el nuestro necesita todos los puntos posibles, para que al final de temporada no tengamos que ponernos a hacer cuentas, o a lamentarnos por que “deberíamos de haber ganado tal partido” y no lo hicimos.
Estoy seguro que la mayoría de aficionados disgustados con Sergio tenemos como motivo principal que no compitamos todos y cada uno de los partidos. Todos no se pueden ganar obviamente, pero en todos sí se puede competir.
En definitiva, esto debe dar un giro importante de guión, tanto en la actitud de Sergio como en la de los jugadores y mirar por el bien del club.
Esto último es labor de la Junta Directiva y sintiéndolo mucho, dudo que hagan algo, están demasiado ocupados con el magnífico proyecto Sportech.
Después de todo esto, seguro que algunos más y otros menos tenemos la duda de ¿Sergio sí? o ¿Sergio no?.
Imagen destacada: Europa Press.
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