El conjunto gaditano pone fin a una temporada en la que ha logrado otra permanencia más, sumando 42 puntos y situándose en el decimocuarto lugar de la clasificación.
No ha sido un año fácil, pero Sergio González ha vuelto a mantener al Cádiz CF en la máxima categoría del fútbol español. Y lo hace de forma merecida.
No pintaba bien para los amarillos este curso 2022/2023. Las cinco primeras jornadas dejaban en evidencia a una plantilla que no compitió como lo venía haciendo. 0 puntos de 15 posibles, 14 goles en contra y ninguno a favor. Balance dramático que situaba a los andaluces como colistas.
El 16 de septiembre se produjo, posiblemente, el punto de inflexión que cambió la cara a este equipo. El conjunto gaditano lograba una victoria en el descuento ante el Valladolid por 0-1, con tanto de Negredo. No fue el mejor partido de los de Sergio González, pero era un día marcado en el calendario para darle la vuelta a una situación que cada vez era más delicada.

A partir de esa fecha, el equipo cadista fue recuperando jugadores y mejorando poco a poco. En estas semanas comenzaron a entrar en dinámica de disputar minutos Sobrino, San Emeterio y Alcaraz. Jugadores claves en la penúltima permanencia, que ampliaban las posibilidades a la entidad amarilla.
La realidad es que a partir del mes de octubre, el Cádiz nunca dio sensación de ser uno de los tres peores equipos de la categoría. Sergio González logró que su equipo, salvo excepciones, compitiera en todos los encuentros. El cuadro andaluz se convertía en un rival complicado, principalmente, jugando como local.
Le costó encontrar su nivel pero Brian Ocampo comenzó a sentirse protagonista. El uruguayo asumió el liderazgo del equipo en zona de 3/4 y demostró los motivos por los que la directiva cadista apostó por él.

Uno de los grandes debes del equipo durante este curso ha sido la falta de gol. En diciembre, se marchaba Lucas Pérez siendo máximo realizador de la plantilla con 3 goles.
Se abría un mercado en el que tocaba dar un salto de calidad a la plantilla, que se había visto debilitada y necesitaba un plus en ciertas posiciones.
El modus operandi fue el mismo que en la ventana invernal de la 2021/2022. El equipo optó por jugadores con experiencia en la categoría y apuestas personales para completar la plantilla. Escalante, Meré, Roger, Sergi Guardiola y Chris Ramos eran los elegidos para ayudar a lograr otra nueva salvación.

Llegaron las mejores semanas del equipo en toda la temporada, con un nivel superlativo de la gran mayoría de la plantilla. Ocampo y Bongonda demostraron el fútbol que tienen en sus botas, Escalante cayó de pie en los esquemas de Sergio, Sergi Guardiola comenzaba a anotar sus primeros goles de amarillo… El Cádiz logró ser un equipo intratable en casa, donde logró estar casi siete meses sin conocer la derrota.
La situación comenzó a torcerse con la lesión de Brian Ocampo. El ex de Nacional decía adiós a los últimos meses de liga cuando mejor estaba jugando. A esto se le sumó un empate en el último suspiro ante el Getafe que, más allá del resultado, dejaba a Sergio González sin Ledesma e Iza durante varios partidos por sanción.

En el siguiente encuentro los últimos minutos volvieron a condenar al equipo. El conjunto amarillo recibió de nuevo un gol en el descuento que le dejaba sin sumar tres puntos ante otro rival directo, la UD Almería. En este choque caía lesionado Gonzalo Escalante. Se notaba un ambiente de tensión alrededor del equipo, que veía como todo se le ponía en contra.
A principios de abril llegaba una fecha marcada en el calendario. El Sevilla FC, entonces empatado a puntos con los cadistas, visitaba el Nuevo Mirandilla. Era el debut de José Luis Mendilibar y logró una victoria por 0-2. El Cádiz finalizaba la jornada a un punto del descenso, siendo sus próximos partidos Betis y Madrid, dos rivales, a priori, complicados.
El equipo resurgió y dio un golpe sobre la mesa en el Villamarín. Los tantos de Chris Ramos y Alcaraz daban oxígeno a una plantilla que comenzó a ver la luz al final del túnel.
Tras una oportunidad perdida ante Osasuna, el Nuevo Mirandilla era consciente de que la salvación pasaba por casa. Y así fue. Los últimos 3 encuentros del equipo como local se saldaron como victorias, todas ante rivales directos. Valencia, Valladolid y Celta caían derrotados en tierras gaditanas.

Los de Sergio lograron ganar todos esos partidos de vida o muerte que le permitieron llegar a la última jornada con los deberes casi hechos. Con el empate ante el Elche, el Cádiz oficializaba su permanencia otro año más.
Siempre se dice que la clasificación a final de temporada hace justicia. Así ha sido. Concluye un año difícil, con muchos contratiempos y sufrimiento, pero lo hace de la mejor manera posible. El Cádiz volverá a jugar un año más en primera división.
Imagen destacada: Cádiz CF.